
Solicita un Perro Guía
El proceso de solicitud consta de un formulario con secciones dedicadas a referencias sobre personalidad, nivel académico, condición económica, profesión e información médica. Una persona autorizada por la EPGE validará la información dada por el solicitante. Todos los documentos deben ser copias de la original; si no se completa la entrega del estudio socio-económico y la ficha médica, entonces el proceso no podrá llevarse a cabo correctamente.
Si su solicitud es rechazada, recibirá una explicación por escrito de las razones del rechazo. En la mayoría de casos, se producen por falta de algún requisito básico o por recomendación de un profesional o consejero médico. EPGE no aprueba solicitudes de personas a las cuales la capacitación no beneficiaría.
¿Puedo ser usuario de un perro guía?

Siguiendo la filosofía de la EPGE, a nadie se le niega el derecho de solicitud. Cada solicitante deberá cumplir con el protocolo establecido por la EPGE y su Directiva. Todo usuario goza del apoyo del perro guía, así mismo accede a este servicio social, incluyendo derechos y deberes.
En primera instancia, se debe constatar que el solicitante tenga la capacidad de moverse de forma autónoma con bastón blanco y un buen nivel de orientación, mínimo del 70%. Entregar un perro guía a una persona con discapacidad visual siempre será un motivante hacia la independencia, autonomía y autoestima del usuario próximo a una vida social más amplia y estable.
Además, es preciso que posea una aptitud psico-física suficiente para poder manejar un perro guía, atenderlo y hacerse responsable totalmente de su cuidado físico, mental, veterinario y afectivo.
Finalmente, necesita contar con una situación económica estable y suficiente que permita hacerse cargo de los gastos derivados de la tenencia del perro: alimentación, juguetes, accesorios, paseos o viajes, cama, revacunación anual, implementos de limpieza y cuidados veterinarios (medicina, chequeos, cirugías de ser el caso, accidentes).
¿Qué supone ser usuario de un Perro Guía?

Ser usuario de perro guíazsupone para el usuario ganar velocidad, seguridad, autonomía, independencia en sus desplazamientos dentro y fuera de casa. Mejora de movilidad con diferencia a moverse utilizando bastón blanco. Para llegar a conseguir este objetivo, es necesario ser consciente de que:
El perro guía es un ser vivo y, por tanto, requiere alimentación, cuidados veterinarios, cepillado, salidas para evacuar, juego, mucho cariño y atención.
El perro guía no es un taxi. El usuario debe marcar el recorrido a realizar y el perro salvará los obstáculos, señalará bordillos y escaleras, pero no evita que el usuario deba orientarse y conocer la ruta adecuada a través de las técnicas aprendidas para la movilidad con bastón.
– Es necesario aprender a manejarlo y crear vínculo, incluso aunque ya se haya tenido otro perro guía, se considera que cada perro es diferente. La pasantía es fundamental y aplicar las técnicas de manejo y obediencia aprendidas en el can, es la mejor garantía para el éxito del emparejamiento y un equipo duradero.
– El perro guía no es infalible, ni se le deben traspasar funciones y tareas que son responsabilidad del usuario. Es un medio de movilidad de la máxima confianza, pero exige que el usuario realice su papel en la unidad para que el perro funcione correctamente. Es decir, para que todo funcione correctamente, en este “binomio”, cada quien debe cumplir sus funciones, en otras palabras, trabajar en equipo.